sábado, 30 de mayo de 2020

Jesús

El Jesús de los evangelios, sigue teniendo "rostro", cuerpo, palabra y gesto. No es una "nebulosa", una simple "idea" de lo bueno. Lo que encontramos es la "encarnación" del Amor. Encontramos a Dios en "la hondura" de una vida humana. En los evangelios Jesús nunca da un discurso sobre Dios, o trata de demostrar su existencia. No lo demuestra, pero lo muestra

Jesucristo Predicador judío fundador de la religión cristiana, a quien sus seguidores consideran el hijo de Dios. El nombre de Cristo significa en griego “el ungido” y viene a ser un título equivalente al de Mesías.



La vida de Jesús está narrada en los evangelios redactados por algunos de los primeros cristianos. Establecidos en Nazaret.


Tras el bautismo y un retiro de cuarenta días en el desierto, Jesucristo comenzó su predicación. Se dirigió fundamentalmente a las masas populares, entre las cuales reclutó un grupo de fieles adeptos (los doce apóstoles), con los que recorrió Palestina. Predicaba una revisión de la religión judía basada en el amor al prójimo, el desprendimiento de los bienes materiales, el perdón y la esperanza de vida eterna; el llamado Sermón de la montaña, con sus admirables bienaventuranzas, es la mejor síntesis de su mensaje.



Un Dios que al mismo tiempo fue humano, demostró que fue perfecto. Lo encontramos en la biblia. La biblia es la inspiración de Dios escrita como la carta de un padre a su hijo.


Tras un kerigma de buen nivel se puede llegar a ser muy buen apoyo para poder llegar a la verdad de Dios. El discernimiento de cada persona también cuenta.